Las PYMES, las grandes empresas, las multinacionales, las corporaciones, las asociaciones, las cooperativas e incluso, o sobre todo, las diferentes Administraciones Públicas que gestionan nuestro país consignan una suculenta cantidad de dinero a la partida presupuestaria destinada a los gastos de protocolo y de representación. Concepto al que popularmente se conoce como publicidad. No cabe duda de que la publicidad es, a la postre, una rentable inversión de la que todos, empresa y clientes, obtenemos beneficios a corto, medio y largo plazo. Por supuesto, en esta partida presupuestaria es donde deben de estar incluidos, como no podía ser de otra manera, los regalos de empresa.
La publicidad es la manera más sencilla, rápida, práctica, económica y funcional de hacer llegar al potencial cliente o usuario las cualidades y el nombre comercial de nuestro producto o el de nuestra marca de empresa. En este sentido, los regalos de empresa suponen un importante y potente revulsivo para todas aquéllas personas que lo reciben. En la mayoría de los casos el regalo de empresa es considerado por el receptor como un incentivo o gratificación por su fidelidad, lo cual inevitablemente afecta directa y favorablemente en su opinión sobre la empresa en cuestión. En definitiva, la publicidad, y en concreto los regalos de empresa, viene a cumplir con el fin último de todas las empresas: fidelizar a los actuales clientes e influir en las conductas de consumo de los potenciales compradores inclinando la balanza hacia el o los productos que publicita nuestra organización. No en vano cada año las empresas gastan en nuestro país miles de millones de euros en publicidad.
Para que un regalo de empresa u obsequio comercial cumpla con su objetivo primordial ha de reunir una serie de características entre las que destacan las siguientes: 1) que sea estéticamente agradable y que tenga un diseño moderno y funcional; 2) que traiga grabado un eslogan que resulte fácilmente reconocible, que sea directo, concreto, atractivo y llamativo, y que haga referencia directa a la empresa; 3) que le vaya a resultar lo más práctico posible al potencial cliente; 4) que su funcionalidad esté directamente relacionada con la actividad o el área de acción de la marca que se pretende vender. Es decir, que sea capaz de demostrar, a pequeña escala, las calidades y cualidades de la marca.
En definitiva, una buena campaña publicitaria que incluya regalos de empresa adecuados puede marcar la diferencia entre nuestra empresa y la competencia. Teniendo en cuenta, por supuesto, que la inversión no ha de ser excesivamente grande para logar el objetivo último: influir positivamente en nuestras ventas.
Realmente los regalos de empresa son una oportunidad única de promoción y mejorar ventas. Inciden directamente sobre las decisiones de los consumidores además de cumplir objetivos empresariales de visibilidad, reconocimiento en empleados, proveedores….etc.
Si se pasea por cualquier oficina, podrá observar la gran cantidad de regalos de empresa desde plumas promocionales, tazas, alfombrillas, USB….etc. Son artículos para hacer visible el logotipo de la empresa con fines promocionales y de marketing. Sobre todo si se tiene en cuenta que nos encontramos en una época donde la publicidad impresa o audiovisual es tan numerosa que suele pasar desapercibida. No obstante los productos promocionales como los regalos de empresa, son tan llamativos que pueden conseguirse campañas más efectivas y aumento de beneficios.
Según diferentes estudios la recepción de regalos de empresa ofrece los siguientes resultados:
- Más del 50% de las personas que reciben regalos de empresa comprará algún producto o accederá a los servicios ofertados.
- Más del 70% recordará el nombre de la empresa en los últimos 12 meses. Por estadísticas los regalos de empresa suelen mantenerse más de un año.
La popularidad de los regalos de empresa se debe a la eficacia para atraer y retener a nuevos clientes. No obstante esta idea de promoción mediante regalos de empresa es una de las formas de marketing más antiguas y se inició a principios del siglo XX. Y aún hoy sigue funcionando este concepto incluso mucho mejor que cualquier otra fórmula nueva de promoción. Siendo más que una manera tangible de mostrar su agradecimiento tras la visita de las instalaciones de la empresa o compra de algún producto ya que ayudará a mejorar la imagen corporativa. Pero par a que cualquier campaña de regalos de empresa sea aún más efectivo deberá tener presente las siguientes cuestiones:
- ¿Cuál es el presupuesto con el que cuenta para la promoción de regalos de empresa?
- ¿Encaja los regalos de empresa con la audiencia del producto o servicio que ofrece?
- ¿Los regalos de empresa que está ofreciendo realmente serán capaces de promover el uso de su producto?